¿Quién es masón?
La condición de masón es personal e intransmisible
Ésta se obtiene mediante el acto ritual iniciático que realiza un grupo, una logia en torno a una persona a la que denominamos “postulante”.
Sobre la Iniciación
El postulante no habrá sido nunca seleccionado previamente ni inducido a serlo, ya que la masonería no hace proselitismo; lo es por su propia y libre voluntad y por haberlo solicitado explícitamente mediante la correspondiente “Solicitud de Iniciación” de carácter personal e intransferible.
Los masones agradecemos el interés respetuoso que la Masonería despierta, aunque no todos los solicitantes lleguen a ser iniciados.
Basándonos en el primer texto constitucional de la Masonería (1723) y en las enmiendas posteriores no dogmáticas, hoy podríamos definir la Masonería Liberal, de forma sencilla, como una Asociación de “personas libres y de buenas costumbres”. Sería difícil encontrar alguien que no admita esta definición sobre si mismo, pero no obstante la Orden solicita ciertos niveles de capacitación civil, concepciones éticas y conocimiento del hecho masónico.
La condición sine qua non para ser masón, la “Iniciación”, requiere un reconocimiento previo por ambas partes (postulante y masonería). La masonería inicia su proceso de acercamiento en el momento en que recibe una “Solicitud de Iniciación”, intentando conocer los motivos del interés del solicitante, así como sus expectativas respecto a la Orden. Nuestro método para conseguirlo es mediante entrevistas entre el solicitante y diferentes miembros de la logia. Posteriormente cada entrevistador redacta un informe que será debatido en el pleno de la logia que votará la idoneidad del solicitante para acceder o no a la iniciación. Durante todo este proceso e incluso durante la misma ceremonia de iniciación, el solicitante tiene la posibilidad de detenerse y no culminar el proceso; si así ocurriese, se le acompañará hasta la salida, se le despedirá respetuosamente y la logia continuará con su funcionamiento habitual.
“Es más difícil entrar en la masonería que salir de ella”.
Este axioma referente a la masonería es totalmente cierto. Para causar baja en la Orden solamente es necesario expresar la voluntad personal de hacerlo: No por ello pierde la condición de masón; simplemente, queda excluido del derecho de participación en la logia, aunque ocasionalmente pueda visitarla y asistir a sus reuniones. Asimismo podrá solicitar su reincorporación de manera activa en cualquier momento.
Y para finalizar una síntesis de todo lo que hemos dicho.
La “Iniciación” confiere la condición de “masón”. No obstante el propio comportamiento, el trabajo constante y la actitud de cada uno son los que en realidad acreditan y confieren la condición de tal ante el resto de los masones.
Este es el motivo por el que en nuestros rituales se pregunta: ¿Sois francmasón?
Y la respuesta a esta pregunta es perfectamente nítida: Como tal me reconocen mis Hermanos.