La Masonería
Las Constituciones de Anderson de 1723 dicen..
”La Francmasonería ha sido fundada para unir los altos valores morales que, sin ella, hubieran continuado siendo ignorados, y por esta razón es el centro de esta unión. Su misión es la de preparar la concordia universal y la de trabajar para mejorar a la vez al Ser Humano y a la Sociedad”.
Los principios generales de la Orden Masónica, establecen que:
– “La Francmasonería, institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresista, tiene por objeto la búsqueda de la Verdad, el estudio de la Ética y la práctica de la Solidaridad. Facilita el enriquecimiento intelectual por medio del diálogo y la reflexión promovidos desde la diversidad de sus miembros y trabaja para el mejoramiento material y moral, y para el perfeccionamiento espiritual, intelectual y social de toda la Humanidad”.
– “Tiene como principios la tolerancia mutua, el respeto a los demás y a uno mismo, y la absoluta libertad de conciencia. Considera que las concepciones metafísicas y religiosas son del dominio exclusivo de la apreciación de cada individuo y rechaza cualquier afirmación dogmática. Tiene por divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad”.
La Masonería no es dogma
La Masonería no es un dogma, ni una creencia, ni una religión. Los francmasones somos contrarios a cualquier planteamiento o posición dogmática. La Masonería es una actividad de esclarecimiento permanente que se realiza y vehicula a través de un método de crecimiento personal..
La Iniciación masónica
No es una experiencia mística, ni sacramental, ni mágica que se alcance y se perpetúe al finalizar la ceremonia sino que es en ese preciso momento cuando comienza el proceso de aprendizaje. De cada francmasón depende que la Iniciación se convierta en real y no quede tan solo en algo virtual pero vacío de contenido y de efectividad..
El Método masónico..
..no anula la libertad del individuo sino que la fomenta y la promueve con el objetivo de fortalecer su capacidad de discernimiento, siendo plenamente compatible con el hecho de profesar cualquier creencia religiosa, esotérica o filosófica o incluso con el hecho de no profesar creencia alguna.
El Método masónico refuerza la actitud de responsabilidad del individuo hacia la vida, la sociedad, la cultura y el mundo en general. A los francmasones no nos es ajeno nada de lo que es humano porque consideramos que nuestro progreso individual está inexorablemente unido al progreso social y a nuestra implicación en su mejora.
El Método masónico se sirve de símbolos y rituales que actúan como marco axiológico general que es útil para cada persona según su apreciación individual y su fundamento filosófico o psicológico. Su finalidad es hacer posible el proceso de perfeccionamiento individual y colectivo, siempre desde el más estricto respeto al pluralismo de ideas y de procedencias y actuando como factor impulsor de la más absoluta libertad de conciencia.
El simbolismo masónico
El simbolismo masónico es radicalmente polisémico, no estando admitida ninguna interpretación de tipo unidireccional o dogmático.
Nuestro método es racional y emocional a la vez. Apela tanto a la parte consciente-verbal-racional como a nuestra parte no verbal-emotiva-inconsciente y busca la integración y la síntesis entre contrarios que se complementan.
Para nosotros
Lo que haces, te hace
Los francmasones fomentamos la libertad de pensamiento, lo cual se contrapone a dar consignas que condicionen nuestras vidas privadas, nuestra actividad profesional o el desempeño de cualquier cargo público. Lo que pretendemos es que cualquiera de nosotros, haga lo que haga, piense como piense, o viva como viva, intente comportarse siempre como un ciudadano ejemplar y que nuestros actos estén siempre presididos por la Sabiduría, sostenidos por la Fuerza y realizados con Belleza.
Estos son la esencia y el objetivo del Método masónico y la razón por la que es tan exigente y riguroso.
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